18/9/08

ALABANZA POR LAS BENDICIONES DE DIOS

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Sal 103:1-8

1Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.2Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.



INTRODUCCIÓN.-
Aquí el verbo “bendecir” tiene el sentido de alabar. La alabanza y la adoración a Jehová es una idea recurrente en los salmos.

Los salmistas- especialmente David- exhortan constantemente a los hombres, a los animales, a la creación en general a adorar a Dios por Su persona y Su obra.

DEBEMOS VIVIR EN ADORACIÓN Y ALABANZA A DIOS .
Debido a la tan estrecha comunión con Dios, el profeta David ve y entiende los innumerables beneficios que tenemos para alabar a nuestro Dios. En el salmo 103, David comparte con nosotros algunos de aquellos beneficios.

LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA

2 Co 10:3-4

Introducción.-

Día a día nos enfrentamos a diferentes situaciones en las que debemos decidir entre seguir el bien o el mal, a Dios o a Satanás, esto es a lo que se le llama luchas o guerra espiritual. Se desarrolla plenamente en el área espiritual, afectando completamente al mundo natural, aunque es así debemos tener claro que

LAS ARMAS A USAR SON ESPIRITUALES Y NO CARNALES.

He ahí la razón principal de la mucha derrota en el pueblo de Dios, y es porque las batallas espirituales las pretendemos ganar con armas carnales, lo que sencillamente provoca no menos que un caos.

En teoría esto es fácil, pero en la práctica tiene un grado de de dificultad, porque nosotros vivimos aun en la carne, con este cuerpo, en este mundo y todo lo que enfrentamos según los patrones mundanos, según la sociología humana, según las reglas de nuestra comunidad.

Veremos algunas de estas armas:



1.- ORACIÓN.-


Es la actividad fundamental en la luchas, es un arma pero también es un medio por el cual usamos las otras armas. Ef 6:12,18.

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes… orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”


a) FE: La actitud fundamental para los que están en combate es de fe y obediencia. No podemos vencer aun con mucha oración si no creemos en y a la palabra y no obedecemos los mandatos de nuestro gran general.

Mt 17:20. (Mover montañas) La fe es un medio por el que establecemos nuestra relación con Dios, porque si decimos a un monte que se mueva no es nuestra obra es del Señor a través de nuestra fe, oración, obediencia.
Ef 2:8 Dice que somos “salvos por gracia a través de la fe y esto es un don de Dios.”

Nosotros a través de la fe profundizamos en esta relación. Nos vamos acercando más porque vamos conociendo + al Señor y como vamos conociendo y creyendo nos adentramos + en un relación más íntima y Él nos lleva a conocerle en forma + profunda.

La relación con el Señor es como una escalera. Vamos avanzando un peldaño si lo logramos estamos en condiciones de pasar al sig, si no no podremos avanzar.

b) OBEDIENCIA.-
Ef 6:16 . “Tomad el escudo de la fe”. La fe es incomprensible si está separada de la obediencia a Dios.


¿Cómo sabemos si tenemos la clase de fe que nos lleva a una relación con Dios? ¿Que nos lo demuestra?. 1 Jn 2:3-4 Las obras, el resultado de una vida en Cristo, son una credencial de que llevamos una fe de que sí agradamos al Señor.

Fórmula: Fe+obediencia= santidad. Yo le creo a Dios, le obedezco (me aparto de lo que desagrada y hago todo lo que él quiere que yo haga; entonces tengo como consecuencia una vida santa. Estamos tan llenos de Dios que no hay espacio para nadie más. Eso es santidad, estamos tan llenos de Dios que todo espacio debe ser ocupado por Él.

1Jn 2:14 “Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.”


Resumen del contexto de la lucha espiritual. Si oramos con fe y obedecemos al Señor, las armas específicas dadas por Dios serán efectivas, porque esto es espiritual.

2.-EL NOMBRE DE JESÚS. Mr 16:17

Jn 14:13-14 “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”


Fil 2.9-10; “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;”


La importancia es la autoridad que el Nombre implica. Jesús nos invita, nos ordena usar Su Nombre, nos transfiere Su autoridad divina. Su nombre significa que somos recomendados por Él.

El nombre del Señor es sagrado, es solo para los hijos y para situaciones particulares. No es una frase mágica, el poder radica en que ya que el poder de Jesús a través del Espíritu Santo mora en mí Él me da el poder.

Hch 19:13 “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.”


Nadie tiene la autoridad sin que Él sea su Señor, No es cosa de q cualquier persona se ponga hacer cosas en Su nombre, en ello no habrá poder xq Jesús no va a respaldar eso. Ilust: Brujería blanca y su trabajo hace uso de jerga bíblica. Todo debemos hacerlo en el Nombre de Jesús, pero Dios no está obligado a satisfacer nuestros caprichos, no es así, es sagrado. No podemos usarlo al gusto nuestro por que es el Nombre del Rey de Reyes. Es un arma poderosa y concede tremenda autoridad pero sólo si la usamos conforme a Su voluntad.

3.- LA UNIDAD.-

El día más grande de la Iglesia fue en Pentecostés. Hch 2:1 Unánimes- todo ellos eran una sola voz, un solo propósito,-y estaban juntos. El acuerdo (Hch 1:14) “que estaban ... en oración y ruego”. La oración es poderosa si además nos ponemos de acuerdo en un propósito, lo que vamos a orar es más poderosa aún. Nos acordamos en lo que la palabra dice, Dios respalda Su palabra y no la nuestra, Dios no es manipulable, aunque oremos dos o tres.

Debemos ponernos de acuerdo en lo que la Palabra de Dios dice, yo no puedo pretender manipular a Dios. Nos podemos de acuerdo en lo que vemos que el Padre hace por medio del Espíritu Santo; esto hacia Jesús, entonces podemos pedir eso.

Jn 5:19 “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.


Por nuestra carnalidad, el acordar estimula a tener mayor fe. Pedimos la oración a los hermanos y esto aumenta la fe, el número mayor de deprecadores no aumenta las posibilidades de respuesta favorable.

Mt 18:19 “os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”


Dios es fiel, amoroso, pero no va a cumplir cualquier cosa. La oración de muchos es un poder que se multiplica contra el enemigo. La Oración es poderosa hace retroceder al enemigo y si además se multiplica (por misma situación y mismo objetivo) es poder multiplicado contra el enemigo. Debemos usar esta arma espiritual.

4.- LA SANGRE DE JESÚS

Ap 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero ”


En la cruz el poder de Satanás fue quebrantado para siempre y no por la señal de la cruz, sino por lo que representa, la sangre, el sacrificio de Cristo, Su muerte por la cual fuimos comprados.

Col 2.15 El Señor avergonzó a Satanás públicamente y a todas sus potestades. La sangre es sinónimo de vergüenza para Satanás, porque le recuerda su derrota. La sangre al igual que el Nombre de Cristo, del mismo modo, la sangre no es una fórmula mágica. La frase en sí misma no tiene poder, el hecho de que Cristo murió por nosotros sí, la sangre recuerda al enemigo la obra redentora. No use estas frases como supersticiones, no por ser evangélica van a ser más agradables al Señor. Recuerde: la sangre le recuerda al enemigo su derrota, nos lava y limpia de todo pecado y además limpia nuestras conciencias de culpabilidad y pecado.

5.- EL AYUNO

Mt 17:21 “Pero este género no sale sino con oración y ayuno”
. La oración debe estar siempre presente en todas las áreas de la lucha espiritual.

El ayuno puede debilitar el cuerpo, pero definitivamente fortalece el espíritu.

NO es un trampolín para conseguir lo que yo quiero; al contrario, es negación es consagración a Dios. La oración y el ayuno nos llevan a intimar más con Dios.

NO es un sello de que somos mejores que otros, de nuestra calidad espiritual

NO es un método para obtener cosas de parte de Dios.


Hch 13:2 “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartad- me a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3Entonces, habiendo Ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”
Deseaban escuchar a Dios por ello fueron más allá de la oración.

6.- LA ALABANZA.-

Exaltación de Dios por Su persona y Sus obras. Es el fruto de gratitud que sale del corazón y lo único que queremos es entregárselo al Señor.

Hch 16:25 “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”


Solemos dar gracias al Señor por lo que ha hecho, pero Pablo y Silas alabaron antes de ver las obras, como consecuencia vieron la victoria. Ellos no necesitaban ver la obra para glorificar, sino que cantaron a Dios porque Él se lo merecía.

7.- LAS ESCRITURAS.-

Ef 6:17 “Y tomad … la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; “


Única arma de ataque, de ofensiva. No podemos pretender vencer al enemigo con sólo defendernos. Busquemos al Señor en la palabra. Escudriñémosla así el ES la hará trabajar en nuestro corazón. Con la espada hacemos retroceder a nuestro enemigo. Ilust: Tentación de Jesús. Él venció a Satanás con la Palabra.

Si no conocemos nuestra arma, aunque la tengamos, no venceremos. “espada”: gr. Machete para pelea de cuerpo a cuerpo. Tenemos una lucha a muerte con Satanás, él ya fue vencido en la cruz, Jesús allanó el camino, sigamos Sus pisadas. Pero no lo hacemos porque somos porfiados, livianos y carnales.

Usted, yo tenemos todo para vencer, pero usted quiere que su pelea la hagan los ángeles. No será así.

CONCLUSIÓN.-

Exhortación.

Muchos de esos fracasos son productos de la ignorancia y de la flojera. El enemigo es más poderoso que usted, pero no más que el Señor.

La victoria es nuestra Cristo la ganó para nosotros.

Si la fe no le alcanza y sólo entiende a través de un raciocinio lógico humano: Satanás tomó 1/3 de los ángeles…

Saque cuentas ¡igual estamos del lado vencedor!

EL AMOR, SEÑAL DE NUESTRA COMUNIÓN CON DIOS.

Texto: 1Jn 4.7-21

Introducción: Características de Juan: violento, egoísta, intolerante, vengativo, ambicioso, etc.. Cambios a través de Cristo proyectados en todos sus escritos.

DEBEMOS AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS. Por las siguientes razones:

I PORQUE EL AMOR ES DE DIOS. Vv 7-8

1.- Todo el que ama es nacido de Dios.
2.- Todo el que ama conoce a Dios.
3.- Dios es amor.

II PORQUE DIOS NOS AMÓ ENVIANDO A SU HIJO. vv 9-11

1.- Para que vivamos por Él.
2.- En propiciación por nuestros pecados. (entregar un don al Padre para aplacar su ira)

III PORQUE ASÍ DIOS PERMANECE EN NOSOTROS. Vv 12-16

1.- Cuando confesamos que Jesús es el Hijo de Dios.
2.- Nos da de su Espíritu.

IV PORQUE SU AMOR SE PERFECCIONA EN NOSOTROS.
Vv 12, 17-18


1.- Para que tengamos confianza en el día del juicio.
2.- Para echar fuera el temor.

V PORQUE LO TENEMOS COMO MANDAMIENTO DE DIOS.
Vv 21

1.- El que ame a Dios, ame también a sus hermanos.

CONCLUSIÓN: Al igual que los otros discípulos, Juan tuvo que aprender junto al Señor a soportar a los demás. Todos eran de diferentes niveles económicos, intelectual, político, filosófico, etc.. Hubo Muchas diferencias, discusiones entre ellos, pero el amor que Cristo les mostró con su ejemplo transformó su corazón a tal grado que es conocido como “el apóstol del amor”. Juan 13. 34-35