Introducción:
La palabra «profeta» en castellano y la misma en griego «profetes» , describen a una persona que no habla por sí misma sino en nombre de otra. En el Antiguo Testamento los profetas fueron portavoces del Altísimo y su tarea era interpretar la voluntad de Dios al hombre.
Existen «el ministerio de profecía» y «el don de profecía». Las diferencias entre ambos son las siguientes: El primero, fue establecido por Cristo (Ef 4:11), como oficio es permanente, y está para edificar a los santos. El segundo, fue dado por el Espíritu Santo, es esporádico (se usa de acuerdo a la necesidad), y está para edificar, exhortar y consolar a todos. Sólo cuando hemos sido bautizados por el Espíritu santo estamos capacitados para ejercer dones.
En cierta manera, todos hacemos labor de profeta, puesto que al entregar palabra de Dios a las personas, estamos siendo voceros de Dios, estamos hablando en nombre de Dios.
Si usted siente, cree, tiene la certeza de un llamado al ministerio profético sepa que
LOS PROFETAS DE DIOS CUMPLEN CON CIERTOS REQUISITOS ESTABLECIDOS EN LAS ESCRITURAS.
I ANTECEDENTES DEL PROFETA.
Revisemos de manera muy sucinta el trasfondo social y familiar de algunos profetas bíblicos.
1.- Isaías: Descendiente de una familia influyente de la clase alta de Jerusalén. Tenía dones de profeta. Estaba familiarizado con la realeza. Dio consejo profético a los reyes en cuanto a asuntos de relaciones exteriores de Judá. Estaba casado con una profetisa.
2.- Ezequiel: Era de familia sacerdotal. Estaba en la preparación sacerdotal para el servicio en el templo cuando fue llevado cautivo a Babilonia. Era casado.
3.- Daniel: Pudo descender del rey Ezequías, era de clase alta. Participó de la primera deportación a Babilonia, en la cual sólo fueron llevados selectos judíos jóvenes. Tal vez fue hecho eunuco para servir en la corte de Nabucodonosor. Fue famoso por su sabiduría profética.
4.- Amós: Pastor de bueyes, recogía higos silvestres, actividades que indican un origen muy humilde. No era profeta ni descen-
día de ellos.
5.- Miqueas: Provenía de una zona agrícola. Campesino que probablemente descendía de una familia humilde.
6.- Habacuc: Se cree que pudo haber sido levita y músico en
Jerusalén.
7.- Zacarías: Sacerdote y profeta.
Como puede notar nuestro, origen no determina la elección de Dios. El que usted sea un abogado no le hace más o menos postulable al ministerio. Es totalmente cierto que nuestro conocimiento, nuestras vivencias, afectan la visión de las cosas, y puede y es usado por Dios; pero sepa que, exceptuando el pecado en la vida presente, nada hay que nos haga desechables a la elección de Dios.
II CARACTERÍSTICAS DEL PROFETA
1.- Obediente y perseverante en toda circunstancia. Os 1-3
2.- Valiente pese a las adversidades. Am 7.10-17
3.- Fiel en el ejercicio de su misión.
4.- Confidente de Dios. Am 3.7
5.- Empatizante de Dios y unido a Él. Jer 6.11; 15.16-17; 20.9
6.- Amante de las almas. Éx 32.30-35; Is 35:3; Ez 18:23
7.- Procurador del bien supremo del pueblo. Jer 8:9-10; Os 10:13-14; 12:8; Am 8:4-7; Miq 6:8
8.- Sensible al pecado y la maldad. Jer 2:12-13; 19; 25:3-7; Am 8:4-7; Miq 3:8
9.- Estimulador a la obediencia.
10.- Visionario: apunta al futuro.
11.- Dispuesto a todo por Dios. Is 63:1-6; Jer 11:22-23; 13:15-21; Am 5:16-20,27
12.- Estrecha relación con Dios. Jer 23:18
CONCLUSIÓN:
Dios sigue buscando a personas dispuestas a ser usadas por Él plenamente. Esto no requiere que nos presentemos inmaculados ante Él, como lo hizo con Isaías, lo hará con nosotros, Él mismo nos limpiará, nos vestirá y nos capacitará para la tarea. Lo que sí pide es que nuestra disposición y entra sean completas, sin restricciones. Dios no gusta y no acepta las cosas a medias.