1/2/10

PREPARÁNDONOS PARA LA BATALLA

Texto: Ef 6:10-20


"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa.  Vestíos de toda la armadura de Dios,para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo,  porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes.
 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia  y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz.  Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
 Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos  y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,  por el cual soy embajador en cadenas, y con denuedo hable de él como debo hablar."

Introducción: De la misma manera en que el mundo vive diariamente guerras y se prepara para vencerlas; el cristiano se ve enfrentado a obligadas y constantes luchas en el área espiritual cuyas victorias dependen enteramente de él.

Por ello, DEBEMOS PREPARARNOS CADA DÍA PARA LA LUCHA ESPIRITUAL siguiendo las instrucciones mostradas a continuación:



I FORTALECIÉNDONOS (SIENDO LLENOS DE PODER). V 18

1.- En el Señor.
2.- En el poder de su fuerza.


II VISTIÉNDONOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS. Vv 11,13

1.- Para estar firmes contra las asechanzas del diablo.
2.- Para poder resistir en el día malo.
3.- para estar firmes después de llevarlo a cabo todo.


III IDENTIFICANDO AL ENEMIGO. V12

1.- Nuestra lucha no es contra sangre y carne.
2.- Nuestra lucha es:
a) contra principados
b) contra potestades,
c) contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
d) contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.


IV TOMANDO CADA PARTE DE LA ARMADURA DE DIOS. 14-17

1.- Ceñidos (por) vuestros lomos con la verdad. V14

Estar revestidos con la verdad . Con la cintura ceñida por la verdad.
Cristo es la verdad, vivir la vida que corresponde.

Se refiere al ancho cinturón de cuero usado para protegerse y sujetar el resto de las vestiduras, o bien al que llevaban los oficiales como señal de su rango.


2.- Vestidos con la coraza de justicia. V14

Especie de chaleco de cuero o de metal que protegía la parte superior del cuerpo, usado en primera instancia por los jinetes de los carros de guerra y los arqueros quienes no podían usar escudo.

Justicia implica una vida recta delante de Dios y los hombres.
Jesús nos justificó, ie nos hizo justos.

3.- Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. V15

Estar siempre listos para salir a anunciar el evangelio.
Preparándose con firmeza para evangelizar.
Las botas del soldado hacen más firme y segura su marcha.

4.- Tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar los dardos de fuego del maligno. V16

Se refiere al escudo grande romano cubierto de cuero o de una placa metálica, capaz de detener las flechas encendidas del enemigo; protegía todo el cuerpo, algunas tenían una apertura a la altura de los ojos.

5.- Tomad el yelmo de la salvación. V17

Casco que protegía la cabeza y el rostro. El casco romano era de cuero, o a veces de bronce u otro metal.

6.- Y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. V17

Es la única arma ofensiva. Aquí la daga o machete para defenderse en la lucha cuerpo a cuerpo.

V ORANDO COMO PARTE DE LA LUCHA. Vv 18-20

1.- Orando siempre. V18
2.- Con toda oración.
3.- En el Espíritu.
4.- Estando alertas, sin desanimarse.
5.- Orando por todos los santos.
6.- Orando por los que trabajan para el Señor para dar a conocer el evangelio y al ministerio del evangelio con valor, como se debe hablar. V20

CONCLUSIÓN: Los cristianos nos vemos constantemente enfrentados a luchas espirituales, y eso es ineludible; por ello, debemos fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza, haciendo uso de los medios que Él ha provisto, como la armadura y la oración sin cesar para poder vencer y crecer. Si hiciésemos esto podremos resistir en el día malo y a cada una de las asechanzas del diablo y estar firmes; con ello podremos disfrutar de una vida gozosa aferrándonos a la victoria lograda por Cristo, además la vida victoriosa produce aumento de fe valentía.